miércoles, 21 de enero de 2015

Arroz con sepia y gambitas


No puede decirse que sea una paella porque el recipiente donde lo hicimos no lo era, aunque a juzgar por el sabor, poco tenía de distinto a un clásico arroz con sepia y gambas. La clave de este plato, un buen caldo a base de las cáscaras de las gambitas rojas. Por lo demás, un arroz no tiene más misterio, aunque, ¿por qué será que no todo el mundo lo clava?

Empezamos con el fumet (caldo) para lo cual pelamos un poco menos de medio kilo de gambas rojas, apartamos su carne y limpiamos de intestinos y cogemos todas sus cáscaras, incluidas las cabezas, para introducir en una cazuela. Rehogamos junto con una cebolla, medio pimiento verde y medio rojo, aplastamos bien las cabezas para que saquen todo su jugo, echamos un vaso de vino blanco y cubrimos con abundante agua. Salamos y esperamos que coja hervor para dejarlo apartado y utilizarlo caliente una vez hagamos el arroz.





En la paella o sartén que vayamos a usar, rehogamos con un hilito de aceite hasta que queden doraditas la sepia (que habremos limpiado previamente y cortado en dados) y las gambas, momento en cual apartamos y reservamos en un plato. Tras este paso, comenzamos echando dos tazas de arroz (cada taza equivale a una ración), añadimos 3 hebras de azafrán y 4 cucharadas de tomate frito casero. Rehogamos un poquito y añadimos el caldo, que para dos raciones serán aproximadamente 4 tazas. Podemos echar un poco más si lo queremos más caldoso. Dejamos el arroz cocinando a fuego medio unos 20 minutos, entonces introducimos la sepia y las gambas. Habéis notado que no hemos rectificado de sal puesto que el caldo tiene mucho sabor. Apartamos del fuego, tapamos con un trapo durante 5 minutos y servimos removiendo todos los ingredientes para que se integren y cojan también el socarrat si ha quedado en el fondo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario