La tosta con solomillo y cebolla confitada se ha convertido en un clásico de los restaurantes españaloles con pretensión de gourmet. Lo cierto es que la combinación de esos dos ingredientes es una de las más certeras que ha dado la cocina, aunque pequemos de encontrárnosla hasta en la sopa y sea una de las tapas más socorridas cuando se hacen concursos.
La verdad es que no quería quedarme sin probarla en casa y ayer disponía de todos los elementos necesarios para convertirlo en un pepito, o minipepito. El resultado, muy rico, de eso no había duda contando con los ingredientes que tenía, así que aquí va mi personal homenaje a todos esos lugares que en su carta siguen ofreciendo este manjar, por cansinos que sean ;)
Ingredientes para una persona:
- 1 solomillo de ternera (un corte pequeño para un bocadillito)
- 3 rodajas de tomate
- media cebolla roja (sí, tiene más rock and roll)
- 1 loncha de queso (partida de una cuña de semicurado light)
- 1 cucharadita de mostaza/ 1/2 de miel
- aceite, sal de Mallorca aromatizada con curry
Ponemos a pochar una cebolla para que vaya caramelizándose en su propio jugo, si tenemos prisa bastará con echar un poquito de azúcar. En la misma sartén freír el solomillo al punto mientras tostamos el pan. Para montar el pepito, colocamos primero las rodajas de tomate, después el solomillo al cual le incorporamos la sal al curry, la cebolla caramelizada, la lonchita de queso y por un último la tapa del pepito untada con la mostaza y la miel. Rico no, lo siguiente.
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